jueves, 31 de diciembre de 2009

La multiforme sabiduría de Dios...

“para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,” (Efesios 3:10 RVR60)

Si es aburrido tu estudio de la Biblia, algo te pasa... si crees que a Dios ya lo entiendes, ¡adivina otra vez!

A veces, siento como que llegué a cierto nivel de conocimiento de Dios y casi sin darme cuenta, comencé a descansar. Las decisiones que tomo, las opiniones que expreso, las avenidas de consejería que sigo, y la dirección que le doy al discipulado personal emanan más de una ortodoxia adormecida que yace en el trasfondo de mi ser.

"πολυποίκιλος...polupoikilos... multicolor, variado, multiforme.

La sabiduría de Dios es multiforme, sutíl, profunda, exquisita, e infinitamente más que la porción que yo he entendido y abrazado.

Espero que el Año Nuevo 2010 me encuentre en un modo de descubrimiento... que tenga un ojo para una nueva perspectiva... un deseo para un corazón puro... abrazando más de Su sabiduría.

Sin embargo, la verdadera sabiduría no trata solamente de que yo sea cambiado y refrescado.

"dada a conocer por medio de la iglesia"

Es colectivamente nuestra vocación retratar y comunicar la infinita, multiforme sabiduría de Dios a nuestro mundo.

Felicitarme y descansar después de adquirir un nivel de conocimiento de Dios que yo califique de "adecuado" no solamente me expone a una ignorancia cegadora, sino que también me incapacita para atender lo mejor posible a todo aquel que dependa de mí para una "palabra de Jehová." (Jer. 37:17)

Sea alabado nuestro Dios: ¡su gracia es tan multiforme y maravillosa como su sabiduría!

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 Pedro 4:10 RVR60)

Estoy casi seguro que no he alcanzado a ser todo lo que Dios espera de mí; que él me ha dado mucho más a mí que yo he dado a los demás. Estoy muy seguro que su gracia facilita que yo viva cada vez más su sabiduría.

Espero que el Año Nuevo 2010 me encuentre como mejor embajador, del tipo que mi Salvador se merece. Es mi oración para todos nosotros también.

¡Felíz Año Nuevo!
  

jueves, 19 de noviembre de 2009

El arte de considerar...


Para Todos

Ah, estar vivo
una mañana mediados septiembre
cruzando arroyo
descalzo, pantalón enrollado,
cargando botas, mochila puesta,
rayos del sol, hielo en las orillas,
las Rocosas del norte.

Agitación y brillo aguas heladas de arroyo
piedritas volcándose bajo los pies, pequeñas y duras como dedos,
nariz fría escurriéndose
cantando adentro
música de arroyo, música de corazón,
olor a sol sobre grava.

Un poema de Gary Snyder (traducción Greg Smith)
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Realmente no nos conocen por quietos y reflexivos, ¿verdad? Estamos tan en el canal de hacer "business", tan en busca de alcanzar nuestras metas, que de repente no disfrutamos la profundidad y el pleno gozo de cada momento.

Para algunos, la meditación representa una disciplina ardua. Los maestros sinceros del Budismo Zen y sus discípulos intuyen cierta liberación que destroza y trasciende la incesante dualidad superficial de la existencia temporal. He ahí, su esfuerzo fenomenal por dejar de esforzarse... por alcanzar su "Nirvana"... por llegar a una perfecta armonía con la esencia de todas las cosas. Buscan un estado de gozo y celebración en el "ahora eterno".

Yo me pregunto: ¿en que momento la vida en el "ahora eterno" llegó a ser más suyo para buscar y disfrutarlo que nuestro?

“Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.” (Lucas 12:27)

Lo leemos tan literalmente que mientras no tengamos un lirio ante nuestros ojos, no podemos proceder con el ejercicio. Sin embargo, el arte cristiano de "considerar" permite que disfrutemos el momento hasta lo máximo, cualquiera que sea el objeto de nuestra meditación.

¿Te has dado cuenta que la vida cristiana no es como un libro dividido en capítulos o un programa de la tele que resuelve todos los cabos sueltos al final de cada capítulo? Ser cristiano es más un estado constante de ser. Si se resuelven los problemas y tensiones o no, somos siempre el factor constante en la ecuación... nosotros somos el testimonio vivo del poder transformador del Hijo de Dios.

Por supuesto que el esfuerzo de los maestros Zen queda corto. Lo mejor que pueden esperar es cierta sensación de vacío y una quietud relativa. Pero, para el creyente en Jesucristo, ¿qué significa realmente, "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria... (Colosenses 1:27)"

¡Nosotros hemos de ser los llenos de gozo que disfrutemos el momento al máximo!

lunes, 9 de noviembre de 2009

"No te deprima tanto la depresión; no te desespere tanto la desesperanza..."



"Además de mis numerosos amigos, tengo un confidente más íntimo. Mi depresión es la amante más fiel que he conocido -- no es de extrañarse que le correspondo el amor." Soren Kierkegaard

Mis años formativos fueron influenciados por elementos que habían reaccionado a los principios freudianos de una forma que, aunque hasta cierto punto entendible, dejaron la idea equivocada que nunca había razón por la cual un cristiano buscara una evaluación siquiátrica o receta médica.

Hoy día, sabemos que la depresión clínica, la bipolaridad y otros problemas de la misma índole son cuantificables y tienen sus raíces fisiológicas. ¡Qué frustrante y devastador ha de ser el agravar continuamente una depresión por la simple falta de tratamiento! Además, se van acumulando las supuestas “derrotas” en el campo espiritual. Si la depresión se cura simplemente por confiar en Dios y descansar en sus promesas, ¡algunos de nosotros hemos de estar en peores condiciones que los meros incrédulos!

Frecuentemente, nuestra depresión más profunda tiene sus raíces… NO en una falta de fe, una naturaleza pesimista, una baja auto-estima, ni una sensación de culpa, sino en algo mucho menos “condenable”, vinculado a lo que es la existencia en un cuerpo temporal.

Depresión y desesperanza…  ¿Dos cosas distintas?

Creo que nuestra renuencia a buscar ayuda médica proviene de una preocupación válida de que los humanos en general confundan la depresión y la desesperanza, o más preciso, que crean que la desesperanza sea lo mismo que la depresión.

La desesperanza –la que definen los filósofos como Kierkegaard- surge de una crisis de identidad, la sensación de vacío, el anhelo de validarse, un “algo más” cuya respuesta puede encontrarse únicamente en la resolución de una deficiencia espiritual. Esa deficiencia resulta ser la falta de la presencia de Cristo.

Cuando procuramos tapar esta desesperanza con píldoras y terapia, esperamos demasiado de ambas. Se convierte en un intento fútil de correr de la realidad, evadir el encuentro con las grandes preguntas de la vida, y olvidarnos de nuestra mortalidad. Tomar píldoras para hacernos felices en lugar de arrepentirnos y permitir que Cristo gobierne nuestros corazones solo nos asegura un lugar en la fila sobre el “camino ancho” que nos conduce a donde no queremos ir.

Hay, gracias a Dios, cristianos que viven con la depresión mientras ejemplifican la victoria espiritual. Les puede sobrevenir la negrura. Se pueden quedar incapacitados por el peso de su mismo conflicto interno. Y, aun así, pueden tener la cordura de reconocer cuándo necesitan una ayuda adecuada.

Todos los días, tienen que luchar para sentirse “normales”. A pesar de todo, viven en Cristo y procuran servirlo. De momento en momento, van manejando todo esto, mientras su dolencia es como una pantera negra acechándolos constantemente en la oscuridad interior.

Por favor, ¡cobra ánimo! Eres un ejemplo para los demás. Te felicitamos. No se trata de una falta o culpa. Mucho más que eso, se trata del poder sustentador de la gracia de Dios morando en un “vaso de barro” (2Co 4:7).

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,” (2 Corintios 4:7)

Por favor, ¡analiza bien!  Si lo que tú llamas depresión se parece más a desesperanza, ¡hay solución! Sin embargo, lo más probable es que no la encuentres en un consultorio. El vacío que sientes solo se puede llenar cuando te arrepientes y permites que Jesús more en tu corazón.

“y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.” (Colosenses 2:10)

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martes, 27 de octubre de 2009

Te presento a "Orbus"..



El domingo en la tarde, Linda comenzó a oír llanto como de perro cada que entraba al baño. Creía que era el del vecino de atrás como siempre.

Yo oí el mismo llanto un par de veces en la noche antes de irme a dormir. Para mí, era llanto de dolor, de algún animal atropellado o lastimado por otro animal.

El lunes me levanté como a las 6:30. No me lo creía... ¡el mismo llanto! Así que, me vestí y salí a la terraza, pero no lograba localizar el sonido.

En fin, me subí al coche para ver cuál vecino era. Pero, no se originaba el aullido en la casa de ningún vecino... salía del terreno al lado occidental de nuestra casa. Me bajé del coche y me metí como 5 mt al monte. Iba preparándome para terminar de matar un animal agonizando y tal vez hasta bravo.

Todo el tiempo, no era otra cosa más que un cachorrito sentado debajo de un árbol, esperando que su mamita regresara por él. No puede tener más de 4 semanas de edad. Lo único es que está lleno de pulgas.

Imposible que otro animal no lo comiera... que aguantara el hambre tanto tiempo... que no se moviera del lugar donde lo abandonaron... que tuviera tanto pulmón.

Así que, te presento a "Orbus". Es una palabra en latin que significa, "huérfano, deprivado, destituído."

¿Cómo no rescatarlo? Me hizo pensar demasiado en mí. Yo también era un cachorrito perdido y abandonado, aullando a los cuatro vientos, esperando que álguien me rescatara.

Si no hubiera sido por Jesús, ¿qué hubiera sido de mí?

"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.” (Salmos 27:10)

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” (Isaías 49:15)

¿Cómo podía romperse mi corazón por un animalito? Pero, mucho más aun, ¿cómo podía romperse el corazón de Jesús por un pecador como yo?

¿Has sido rescatado por Jesús? ¿Cómo, pues, no se te rompe el corazón por aquellos que aun no han sido rescatados?


lunes, 12 de octubre de 2009

Gracias, Pablo...


Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” (Hechos 26:19)

Gracias por ser obediente; por ser un verdadero pionero, por dejarnos un legado tan perdurable y un ejemplo tan claro. ¿Uds. firman autógrafos en el cielo? De ser que sí, me quiero poner en la fila.

Soy medio lento para aprender. Sin embargo, entiendo que Dios también nos enseña por etapas. La Palabra sigue siendo la misma; solamente que con el paso de los años, parece que Él nos ayuda a sacarle más provecho.

Tal ha sido mi experiencia con este versículo:

“Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,” (Romanos 15:20)

Al principio, lo veía como una simple reafirmación de lo que es la Gran Comisión  (Mateo 28:19-20), lo cual es muy cierto. Hay tanta gente en el mundo que tiene poco o nulo acceso al mensaje del Evangelio. Si nos molestamos en hacer preparativos para ministrar, entonces lo más lógico es que la prioridad sea con gente que aun no ha escuchado.

Después de un poco de tiempo y experiencia en el ministerio, comencé a ver en esta proclamación un principio base para elaborar una ética cristiana de trabajo. Abundan los ministerios secundarios y auxiliares que intentan venderse como necesarios a las iglesias que ya existen. Además, siempre ha habido quienes deshonestamente jalan gente de iglesias ya funcionando para ir haciendo lo suyo propio.

Mientras tanto, la necesidad de verdaderos pioneros crece.

Me levanta los ánimos andar con gente que se preocupa por hacer el trabajo de Dios de la manera más limpia, dejando que Dios se encargue de los resultados.

Una reafirmación de la Gran Comisión… la base de una ética de trabajo digna de un cristiano… y además: ¡un desafío! parecido en tono al de Malaquías 3:10, donde Dios exhorta a que pongamos a prueba una de sus promesas: "no donde Cristo ya hubiese sido nombrado." 

¡Adelante! ¡Sé pionero! ¡Hazlo de tal modo que reflejes integridad y paciencia! ¡Echa raíces en algún lugar nuevo, siembra la palabra de la cruz y siéntate a ver qué vaya a suceder!

Pensé en esto ayer (domingo) mientras cantaba Betty, y después, Oscar y David. Pensé en esto la semana pasada en la reunión de los señores.

¡Gracias, Pablo! Tenías razón… no hay nada tan satisfactorio como iniciar una obra en ceros, esperar la bendición de Dios, y vivir el suficiente tiempo para ver algunos de los resultados.
 

jueves, 8 de octubre de 2009

Un experimento...

Mi afán siempre es que cada quien aprenda más de la Palabra de Dios. La mejor manera es mediante el estudio verso por verso.

Quiero ver qué pasa si te anticipo cuáles serán mis temas para los próximos domingos...
  • ora específicamente por cada mensaje, pues quiero que te ayuden.
  • lee el capítulo un par de veces antes del domingo... intenta adivinar qué voy a decir.
  • apunta las preguntas con que te quedas después de leer el pasaje... si no te las contesto en el transcurso del mensaje, ¡levanta la mano al final!
  • ¡invita a un amigo! por ejemplo, este domingo será bueno para alguno que aun no tenga en claro lo que es la conversión a Jesucristo.
Vamos a estudiar la carta del Apóstol Pablo a los Colosenses - en 4 domingos
  • 11 oct     Capítulo 1  -  ¿Ya se hizo la mudanza?
    “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,” (Col 1:13)

  • 18 oct     Capítulo 2  -  ¡Ay! ¡Me circuncidó!
    “En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;” (Col 2:11)

  • 25 oct     Capítulo 3  -  ¡Vístete bien!
     “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;” (Col 3:12)

  • 01 nov    Capítulo 4  -  ¡Anda sabiamente!
    “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.” (Col 4:5)
Ahora sí, ¡aprenderás más si tú también estudias un poco antes de llegar el domingo!


lunes, 28 de septiembre de 2009

No te detengas porque te sientes pequeño…



La Iglesia Bautista Berea, Cancun centro, cumplió 26 años ayer como iglesia. Preparando mi estudio para el evento de anoche con ellos, me topé con unas fotos aun más antiguas.

Esta es de Linda, Jeremy y Rebekah, diciembre, 1976, en nuestra camioneta Ford ’61, de doble tracción y un remolque raquítico con todas nuestras pertenencias. Íbamos rumbo de EEUU a Guadalajara, México, donde estudiaríamos el español durante un año.

Al ver la foto ahora, lo primero que sentí fue algo así como miedo: "¿cómo es que sobrevivimos todo eso?" Cero español, cero amigos, cero experiencia y ni idea de cómo hacer realidad nuestro sueño de levantar una obra para Dios.

Recuerdo que por momentos me abrumaba una sensación de lo pequeño e insignificante que era: “¿qué podré yo hacer? ¿estoy destinado a fracasar?” Entre esos primeros días y el día de hoy, ha habido más de una sola ocasión en que nos hemos sentido cerca de la orilla del abismo, donde tirar la toalla parecía ser la mejor opción.

“Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.” (Zacarías 4:10)

Zorobabel era un tipo con un manojo de gente, un trabajo enorme que hacer (reconstruir el Templo en Jerusalén), y oposición por doquier. Para que Dios le hablara así, pienso que Zorobabel estaba también abrazando esa sensación de pequeñez.

Tardé mucho en creerlo, pero cuando hoy miro para atrás, tengo que admitir que no hay nadie tan pequeño que Dios no lo pueda usar... ni siquiera yo.

“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Ro 8:31)

Lo importante es que desees Su perfecta voluntad, sin pensar en las consecuencias para tu persona. Y de ahí, ser paciente… muy paciente… por mucho tiempo… hasta años.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Cuando hay peligro...


Vivimos tiempos de inseguridad y peligro personal. No es de risa las pruebas que a algunos nos han tocado. Sin embargo, el “peligro” es un fenómeno relativo y no sujeto a las circunstancias que se vivan. Si estamos en Cristo, tenemos la certeza de su cuidado y de que nada nos pasará sin su divino permiso. Si sucede algo, tendrá algo que ver con el avance de Su testimonio y Su propia gloria.


Si, por ejemplo, no acepto ir al Medio Oriente como misionero porque se me hace demasiado volátil el ambiente, igual puedo morir atropellado yendo de compras una mañana en el centro de Cancún. Más vale buscar y aferrarnos a Su perfecta voluntad para nuestras vidas. Y, de ahí, CONFIAR… No nos iremos de esta tierra hasta que Él diga. Y, mientras sigamos aquí, ¡a dar testimonio por Él!


“21 ¶ Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” (Filipenses 1:21-24)


“Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.” (Salmos 85:8)

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Los de pies hermosos...




¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:14-15)


Cuando piensas en los miembros más hermosos del cuerpo humano, ¿cuáles se te hacen los más bonitos? Estoy casi seguro que no estás pensando como Dios en este detalle: sí, para Dios, ¡son los pies!


No pierde nunca delante de mis ojos el brillo del testimonio del pastor que hace 37 años miró más allá de mi apariencia física y me invitó a conocer a Cristo como mi Salvador personal. Para mí, sus pies valieron más que todo lo que el mundo me ofreciera. Me trajeron el único mensaje de esperanza, salvación, y abundancia de vida que existe en todo el universo creado.


¿Qué sientes en tu corazón para la persona o las personas que tuvieron parte en que tú llegaras a conocer a Jesús? ¿Gratitud? ¿Amor? ¿Aprecio? Seguramente, todo eso, ¡y mucho más!


¿Cuántas personas hay en tu vida, que al verte, se llenan también de estos sentimientos porque fueron tus pies que los condujeron a Jesús?


¡Cuida tus pies!
  • permite que Dios ponga fuerza y dirección en tus pies para llevar el mensaje de Cristo a otros.
  • pídele que con pasos firmes te conduzcan tus pies hoy  a la presencia de una persona necesitada que al rato regrese gozoso por la Palabra de salvación que le sembraste.
¡Facilita que los pies de otros lleven el mensaje!
  • hay que capacitar a nuestros jóvenes y futuros líderes
  • aunque no puedas ir lejos tú, ayuda a que otros sí.
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8)
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