martes, 27 de octubre de 2009

Te presento a "Orbus"..



El domingo en la tarde, Linda comenzó a oír llanto como de perro cada que entraba al baño. Creía que era el del vecino de atrás como siempre.

Yo oí el mismo llanto un par de veces en la noche antes de irme a dormir. Para mí, era llanto de dolor, de algún animal atropellado o lastimado por otro animal.

El lunes me levanté como a las 6:30. No me lo creía... ¡el mismo llanto! Así que, me vestí y salí a la terraza, pero no lograba localizar el sonido.

En fin, me subí al coche para ver cuál vecino era. Pero, no se originaba el aullido en la casa de ningún vecino... salía del terreno al lado occidental de nuestra casa. Me bajé del coche y me metí como 5 mt al monte. Iba preparándome para terminar de matar un animal agonizando y tal vez hasta bravo.

Todo el tiempo, no era otra cosa más que un cachorrito sentado debajo de un árbol, esperando que su mamita regresara por él. No puede tener más de 4 semanas de edad. Lo único es que está lleno de pulgas.

Imposible que otro animal no lo comiera... que aguantara el hambre tanto tiempo... que no se moviera del lugar donde lo abandonaron... que tuviera tanto pulmón.

Así que, te presento a "Orbus". Es una palabra en latin que significa, "huérfano, deprivado, destituído."

¿Cómo no rescatarlo? Me hizo pensar demasiado en mí. Yo también era un cachorrito perdido y abandonado, aullando a los cuatro vientos, esperando que álguien me rescatara.

Si no hubiera sido por Jesús, ¿qué hubiera sido de mí?

"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.” (Salmos 27:10)

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” (Isaías 49:15)

¿Cómo podía romperse mi corazón por un animalito? Pero, mucho más aun, ¿cómo podía romperse el corazón de Jesús por un pecador como yo?

¿Has sido rescatado por Jesús? ¿Cómo, pues, no se te rompe el corazón por aquellos que aun no han sido rescatados?


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