jueves, 17 de septiembre de 2009

Cuando hay peligro...


Vivimos tiempos de inseguridad y peligro personal. No es de risa las pruebas que a algunos nos han tocado. Sin embargo, el “peligro” es un fenómeno relativo y no sujeto a las circunstancias que se vivan. Si estamos en Cristo, tenemos la certeza de su cuidado y de que nada nos pasará sin su divino permiso. Si sucede algo, tendrá algo que ver con el avance de Su testimonio y Su propia gloria.


Si, por ejemplo, no acepto ir al Medio Oriente como misionero porque se me hace demasiado volátil el ambiente, igual puedo morir atropellado yendo de compras una mañana en el centro de Cancún. Más vale buscar y aferrarnos a Su perfecta voluntad para nuestras vidas. Y, de ahí, CONFIAR… No nos iremos de esta tierra hasta que Él diga. Y, mientras sigamos aquí, ¡a dar testimonio por Él!


“21 ¶ Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” (Filipenses 1:21-24)


“Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.” (Salmos 85:8)

________________________________ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario