domingo, 18 de julio de 2010

Volviendo a la "normalidad"...

Partimos de Cancun el 02 de junio para Wisconsin, USA. El día 17 debíamos salir de Wisconsin al Estado de Washington para pasar unos días con nuestra hija, Rebekah, y su familia.

Ese día, amaneciendo, mi esposa, Linda, no despertaba bien, no respiraba bien. La llevamos a Urgencias... en cuestión de minutos la diagnosticaron en crisis pulmonar y cardíaco... una hora después la subieron a un helicóptero para el traslado al mejor hospital regional, en Wausau, Wisconsin, a 50 km de donde vive mi papá.

Para las 4:00 de la tarde, la sometieron a un cateterismo... no hubo bloqueo, arterias bien, pero su corazón no bombeaba ni a un 25% de lo normal... le metieron un globo/bomba al corazón... con todo y ventilador (respirador), pues también traía un pulmón colapsado.

Estuvo hospitalizada 15 días, 11 de ellos en Cuidados Intensivos. Los primeros 6 días no veíamos muchas esperanzas de que sobreviviera.

Mediante nuestros hermanos en Cristo en Cancun y cientos de creyentes en EEUU que estaban orando por nosotros, recibimos una consolación muy fuerte. Si Linda se iba, era porque el Señor la llamaba a casa. Traía testimonio clarísimo de haber recibido a Jesús en su vida. Sabemos que para el creyente, "el vivir es Cristo, y el morir ganancia" (Filipenses 1:21). Y si se recuperaba, pues toda la gloria a Dios...

Linda regresó. Salió del hospital el 01 de julio. Seguimos en Wisconsin, cerca del cardiólogo y el hospital, mientras siga su camino de recuperación.

Hemos visto a cada paso en esta fuerte experiencia la mano de Dios. Nuestras vidas están bajo su completo control. Vivimos solamente porque su perfecta voluntad así lo desea.

Lo bonito es que nuestro Dios Soberano sea también -mediante el sacrificio de Su Hijo por nuestros pecados-  misericordioso, benévolo, y dispuesto a escuchar las oraciones de sus hijos.

Espero retomar ya lo de mis blogs, pues disfruto contar las maravillas de nuestro Dios.